Guarda la nieve que cae en Nueva York
y el residuo de la vida que se oculta
en la rama seca del nogal,
y el frío que ilumina el viento,
y los párpados del ciego en Central Park.
Atesora lo que el otoño desperdicia,
sea granizo o marchitos crisantemos.
Permanezca contigo lo que no siendo dólar,
lucro, precio o consumo nadie guarda:
la herrumbre al fondo del urinario,
el hedor popular en los subterráneos
cuando los hombres y los ratones se encaran
en la sucia entraña de la isla Manhattan.
Insomne, ahorra el sueño no soñado,
la ceniza del aserrín, la manzana ciega
que resbaló entre el barco y el muelle.
En medio del desperdicio y la abundancia,
retén solamente lo que por usado o gastado,
se torna inmune a la ofensa de la intemperie
y, moneda sin efigie, es ofrecida
en el altar de las potestades del consumo.
En Madison Avenue o contemplando
en las fachadas dementes de las casuchas
la madera podrida de las terrazas,
reserva para ti lo que nadie
reclama en la oficina de objetos perdidos:
sombreros viejos, estúpidas muñecas,
llaves torcidas, naipes incompletos,
amuletos y anteojos quebrados.
Pide los restos, las sobras, los desperdicios
quemados por el hielo sin piedad en
la hora en que el lodo se convierte en lágrima.
Reivindica a la chatarra, las sobras exactas
de la forma mercenaria del utensilio
que el viento mercantil corroe en el valle.
* Tomado de Lêdo Ivo, Las islas inacabadas (traducción de Maricela Terán), México, UAM, 1985 (Colección Molinos de Viento, 40).
Acerca del autor
- (Maceió, 18 de febrero de 1924 - Sevilla, 23 de diciembre de 2012)1 fue un periodista, poeta, novelista, cuentista, cronista y ensayista brasileño. Fue uno de los escritores más importantes de la generación del 45 y de la literatura moderna brasileña.
- 3 octubre, 2021Literatura contemporáneaOda a la chatarra, de Lêdo Ivo*